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domingo, 18 de diciembre de 2011

Entrada # 27

¡Hola, distinguid@ bloguer@!
  
  Si leíste la entrada anterior, recordarás que en ella prometí explicarte por qué digo que la risa no provoca que el cerebro de quien ríe libere endorfinas.
  Veamos. La idea que muchos psicólogos actuales tienen al respecto es más o menos como sigue: A causa de cierto estímulo o grupo de ellos, los cuales pueden ser internos, externos o mixtos, comenzamos a reír. Eso hace que nuestro cerebro libere algunos de los neurotransmisores más conocidos, las endorfinas. Estas sustancias provocan en nosotros cierto bienestar o placer. Así, según estos científicos, primero reímos y luego sentimos el placer de reír.
  La TAC, en cambio, implica que las endorfinas se liberan antes de que empecemos a reír, es decir, que son los estímulos y no la risa lo que provoca la liberación de esos neurotransmisores. Éstos provocan placer y, por medio de él, la risa, la cual es una expresión de ese placer. 
  Como ves, aunque los psicólogos actuales ya saben que la risa es un acto involuntario, su explicación de ella implica que es un acto consciente, es decir, que las neuronas elaboran la risa. En cambio la TAC implica que son nuestras células las que deciden cuando y cuanto reímos, es decir, que la risa es un acto inconsciente.
  Después, de deducir lo anterior y tomando en cuenta que la risa es provocada por una o más sensaciones placenteras, me pregunté: ¿cuales otras sensaciones  de las que solemos experimentar serán inconscientes?
  Había por lo menos una que forzosamente tenía que serlo, me refiero al dolor. Sabemos que prácticamente nadie quiere sentir dolor, por tanto, si éste no se diera de manera inconsciente, nadie lo experimentaría nunca, pues es poco probable que quisiéramos elaborarlo y experimentarlo voluntariamente. Sin embargo, en el mundo real, todos lo hemos sufrido más de una vez. Eso nos indica que, en los humanos, el dolor es una sensación involuntaria y que, normalmente la experimentamos sólo cuando nuestras células nos obligan. 
  Pero, ¿habría más sensaciones involuntarias aparte del dolor?
  La respuesta a esa pregunta la encontré después de buscarla por bastante tiempo. Antes tuve que descubrir que existen sólo dos clases básicas de sensaciones: las dolorosas y las placenteras.
  ¿Qué consecuencias tiene este último hecho? De eso hablaremos en la próxima entrada.
  ¡Muchas gracias por tu visita! 

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