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sábado, 10 de diciembre de 2011

Entrada # 19

¡Hola, amig@, me da gusto que estés aquí de nuevo!


Quizá recuerdes que dije que en esta entrada voy a intentar explicar cómo es que las sensaciones pueden existir siendo que no pueden auto elaborarse y tampoco ser fabricadas por ninguno de los objetos que pueblan el universo puesto que éstos están hechos de sensaciones.
  Para ello, creo que vamos a empezar por definir la palabra objeto. ¿Sabes lo que es un objeto? ¡Claro que lo sabes, pues te lo acabo de decir! Los objetos no son más que pequeños o grandes manojos de cualidades. ¿Qué es una cualidad? Un conjunto de sensaciones. ¿De qué están hechas las sensaciones? De energía. 
Bien, la siguiente es una pregunta clave: ¿la energía es un objeto?
  Si revisas la lista de postulados de la TAC tú mismo hallarás la respuesta a esta pregunta, pero prefiero evitarte la fatiga y decirte que ahí encontrarás que la energía es uno de los elementos fundamentales del universo y que éstos no tienen absolutamente ninguna cualidad. Esto implica que la energía no es un objeto puesto que para serlo requeriría una cualidad (la capacidad de convertirse en objeto).
  Desde luego, la materia y el movimiento, que son los otros dos elementos fundamentales, tampoco son objetos. 
  Entonces, como dice el primer postulado de nuestra lista, el universo está dividido en dos partes: la que está hecha de objetos concretos y cosas abstractas y la que está formada por la materia, la energía y el movimiento, los cuales no son objetos ni cosas. Y, por cierto, ya que éstos no tienen ninguna cualidad, tampoco pueden ser elementos fundamentales en el sentido estricto de la expresión, pero sí lo son con relación a nosotros.
  ¿Qué implica esto último? Que tenemos poder para ponerle o quitarle cualidades a la materia, la energía y el movimiento. Y que, gracias a nuestra incapacidad de percibirlos directamente, las cualidades de esos elementos son las que determinan totalmente nuestra relación con ellos, de ahí podemos deducir que no podemos percibir el universo como es en realidad, sino sólo como creemos que es. Aunque, por supuesto, el universo no tiene cualidades y, por tanto, no puede tener una apariencia o un ser propio o natural.
  Bien, vamos a interrumpir aquí esta narración, pero la reiniciaremos en la próxima entrega.
  ¡Gracias por tu atención y espero tu próxima visita!

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