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domingo, 4 de diciembre de 2011

Entrada # 13

¡Hola, apreciable amig@!


Para empezar el comunicado de hoy te diré que, aunque no me parece que sea indispensable, voy a acatar la ya extendida costumbre de usar la palabra amig@ para dirigirme a las personas que me honran visitando este blog. Esto por supuesto, es con la intención de aludir al mismo tiempo y con una sola palabra a las lectoras y a los lectores de esta bitácora.
Bien, en la entrada anterior te dije que Berkeley modificó algunas de las ideas de Locke. Y es que aquel elaboró su sistema filosófico basándose principalmente en la obra de éste. 
El obispo filósofo estaba de acuerdo con Locke en que las cualidades secundarias son subjetivas pero no encontró ninguna justificación para creer que las cualidades primarias fuesen objetivas. Desde su punto de vista, tanto los atributos primarios como los secundarios tienen su origen en nuestras vivencias, así que, según Berkeley, todas las cualidades son subjetivas y no hay por que considerar, como lo hizo Locke, que una parte de ellas es objetiva.
David Hume fue un poco más lejos que Berkeley, pues, según este filósofo escocés, no sólo las propiedades primarias y secundarias de los objetos son subjetivas, sino los objetos mismos también.
   Volviendo a la historia de la TAC, te diré que fue hasta que me convencí de que mi hipótesis era correcta que pensé por primera vez en aprovechar ese descubrimiento para hacer alguna teoría. Pero en aquella época yo estaba  más interesado en la física teórica que en la filosofía, así que dediqué cierta cantidad de tiempo a buscar una manera de colocar aquel dato en la base de una teoría física. Pero cuando vi que eso no era suficientemente práctico, retomé la línea de razonamiento filosófica.
¿Cuál fue mi siguiente paso? Bueno, acababa de descubrir que las cualidades de todos los elementos que constituyen el universo están hechas básicamente de sensaciones, pero, si quería elaborar una teoría filosófica, aún debía averiguar de qué están hechos los objetos que ostentan esas cualidades.
En aquella época -como seguramente te ocurre a ti ahora- yo creía que el universo está hecho de cosas abstractas y de objetos concretos,  que éstos están hechos de materia y aquellas, de NADA, es decir, que las cosas abstractas son completamente inmateriales.
Seguiremos este tema en la próxima entrada. 
¡Muchas gracias por tu visita! 

















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