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martes, 29 de noviembre de 2011

Entrada # 8

¡Bienvenido, estimado cibernauta!


Los postulados de la tesis de Descartes podrían expresarse de la siguiente manera:
1- El hecho de que puedo pensar garantiza de manera irrefutable que yo existo.
2- Soy lo mismo que mi pensamiento y este es inmaterial.
3- Los conceptos que concibo muy clara y distintamente son verdades absolutas.
4- Dios existe literalmente, es un ser totalmente perfecto e inmaterial y es el hacedor de todo lo que existe en el universo.
   La teoría de Descartes, por supuesto no es irrefutable pero él creyó sinceramente que sí lo era. Sin embargo, a pesar de sus imperfecciones, esta tesis fue, y es aún, bastante importante porque representa una especie de parteaguas en la historia de la filosofía, ya que fue la que ayudó a sacar al universo del centro del pensamiento filosófico y a poner al hombre en ese lugar.
Con esto último quiero decir que todas las tesis filosóficas anteriores a la de Descartes partían de la base de que el universo determinaba al hombre, pero la del autor del cogito, ergo sun parte del principio contrario, es decir, supone que el pensamiento del hombre es más importante que el universo entero, exceptuando a Dios, por supuesto.
Sin embargo, debo aclarar aquí que Descartes no se dio cuenta de esta consecuencia de su teoría, pero sus seguidores sí lo hicieron.
   Bien, con esto terminamos el repaso de las teorías filosóficas antiguas, ahora voy a iniciar la narración de la historia de la TAC, pero antes, debo advertirte que no estoy seguro de recordar dicha historia suficientemente bien, de lo que sí estoy convencido es de que trataré de relatarla lo más verídicamente  que pueda.
   Como notarás si repasas las dos entradas anteriores, prácticamente todos los pensadores, desde Tales de Mileto hasta Descartes, empezaron a elaborar sus respectivas tesis teniendo de antemano una finalidad específica. La motivación de la mayoría de ellos fue el deseo de corregir una o más de las teorías de otros. En cambio, el caso de la TAC es distinto, ya que nació casi por casualidad.
Cuando se me ocurrió el argumento que luego se convertiría en el eje central de la teoría no tenía yo ni la más leve intención de construir ningún nuevo sistema filosófico ni de atacar o apoyar a ninguno de los ya existentes.
¿Que cómo se me surgió el mencionado argumento? Fue hace mucho tiempo, creo que en octubre de 1989. Cierta tarde de ese mes me encontraba en casa tranquilamente apoltronado tomando un refrigerio y escuchando la radio. En aquel momento transmitían un programa de tipo cultural en el cual participaban tres locutores, dos hombres y una mujer. Recuerdo que uno de aquellos recitó un fragmento del famoso poema llamado "El Mío Cid".
  ¿Qué tiene que ver el Mío Cid con la TAC?
Lo sabrás cuando leas la próxima entrada.
¡Muchas gracias por tu atención!         

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